CuartoPoder / Verónica Torres Medrano
Morelia, MichSilvano aseguró que Michoacán vivió una “narcoelección”..- El ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel aseguró que el mandatario estatal, Silvano Aureoles Conejo, está enfermo y fue él quien supuestamente amenazó a quien hoy tiene la constancia de mayoría como gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, durante las campañas.
Mediante un tweet, quien llegará a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y buscará ser el coordinador de la bancada de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), hizo énfasis que Aureoles Conejo deberá cuidarse las espaldas por la revisión que habrá a su administración al concluir la misma, inclusive, resaltó, “pobrecito necesita atención médica”.
El tweet indica: “Hoy Silvano Aureoles, con Ciro, demostró que está enfermo. En la campaña, desde su celular mandó amenazas directas contra nuestro candidato a gobernador. Su preocupación por qué le revisen sus cuentas, lo hace actuar así. Pobrecito necesita atención médica”.
En la mañana de este miércoles, Aureoles Conejo, en entrevista con Radio Fórmula que conduce Ciro Gómez Leyva, aseguró que fue el crimen organizado quien ganó en las elecciones, por lo que nuevamente estará al frente en la entidad. “No queremos otro narcogobierno en Michoacán. Con Alfredo Ramírez Bedolla regresa el crimen organizado, él representa otra vez al crimen organizado en Michoacán porque ellos lo pusieron, le ayudaron a ganar la elección, pero no porque les cae bien, le van a cobrar todo y no es una cuestión graciosa”.
Inclusive, señaló a los ex gobernadores de Michoacán, Jesús Reyna García y Leonel Godoy Rangel, tienen supuestos nexos con el crimen organizado, más cuando sus administraciones estuvieron manchados por la violencia y la guerra contra el narco. El primero, estuvo preso por tratos con el líder de la Familia Michoacana Servando Gómez “La Tuta”; mientras que el segundo trató con grupos delictivos durante su gobierno y su medio hermano, Julio César Godoy Toscano, hace varios años se le acusó de sus presuntos vínculos con el crimen organizado e, inclusive, para tomar protesta como diputado federal se metió al Congreso de la Unión en la cajuela de un coche. En noviembre pasado, y tras 10 años prófugo, reapareció y promovió un amparo contra las órdenes de aprehensión en su contra.