Destacó la importancia de que se haya aprobado la iniciativa que presentó para reformar la Ley Para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en el Estado
Morelia, Michoacán a 23 de septiembre de 2020. Todo acto de discriminación deber ser combatido legal y socialmente ya que, cualquier conducta que atente contra la dignidad humana fragmenta el tejido social, recalcó el diputado Norberto Antonio Martínez Soto, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado por el Distrito de Hidalgo destacó la importancia que el Pleno Legislativo haya aprobado este miércoles la iniciativa que presentó para reformar la Ley Para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en el Estado, y con ello tomar medidas para cerrar el paso a toda forma de discriminación en el Estado.
“En nuestro país, sin ser la excepción nuestro Estado, existen graves problemas de discriminación, a diario nos encontramos con situaciones en las que se ve vulnerada la integridad física, emocional, económica, laboral y el desarrollo social de las personas por alguna de sus características físicas o su forma de vida, por eso es tan necesario la toma de decisiones para combatir este tipo de conductas”.
Recordó que la discriminación altera el libre desarrollo de la personalidad, situación que deriva regularmente de ideologías radicales que provocan la restricción o pérdida de derechos humanos y la desigualdad para acceder a estos.
“En la actualidad, un gran número de hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, optan por realizar en su cuerpo algún tatuaje, perforación o modificación corporal que no forzosamente los debe relacionar con actos delictivos, si bien hay delincuentes que adoptaron dichas prácticas, el generalizar esta decisión personal con una vida delictiva significa incurrir en un caso grave de discriminación”.
Tony Martínez destacó además la relevancia de atajar la discriminación por la identidad o filiación política, ya que en muchos casos se relaciona a la persona con la pertenencia a un grupo económico, académico o a una clase social, inclusive, con algún sector radical que genera expresiones despectivas, cuartando cada vez más los derechos políticos electorales del ciudadano.
Por ello habló de la importancia que la norma prevea ya como un acto de discriminación todo acto u omisión de exclusión, distinción, menoscabo, impedimento o restricción por tener tatuajes, perforaciones o modificaciones corporales, la identidad o filiación política u oficio.