Por Roberto Pantoja
Hace pocos días, justo cuando el peso mexicano había roto la barrera de las 17 unidades por dólar, el precandidato priísta a la Presidencia de la República, Enrique de la Madrid, declaró que si él fuese presidente estaría preocupado si tuviera una moneda tan competitiva. Esta declaración parece absurda, más aun sabiendo de quién proviene: un engendro de la tecnocracia neoliberal más pura.
El hijo del expresidente, inmerso en una aspiración política nubla su visión para asumirse, tal como lo hacen otros «analistas económicos», cómo propagandista del apocalipsis que, a su decir, vive el país. Se le olvida a de la Madrid que el tipo de cambio está definido libremente por la oferta y la demanda y que las variaciones en el mismo se ajustan en función de parámetros que en su conjunto dan cuenta del estado de la economía nacional.
Sí, el peso mexicano vive una racha no vista desde hace décadas de ganancias frente al dólar y esto castiga a las exportaciones mexicanas y a otras variables, pero esto no es sino solo el producto de un diferencial de tasas de interés que ha derivado en ganancias espectaculares para otras monedas de economías emergentes como la mexicana.
Pero una tasa de interés elevada, no es suficiente para que las divisas lleguen al país, impulsando así la fortaleza de la moneda. El gobierno del presidente López Obrador ha impreso disciplina a las finanzas públicas y ha estimulado el mercado interno a través de una política salarial de recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones de los trabajadores. Esto ha dado a la economía mexicana una red mínima de competitividad que ha significado la llegada de montos históricos de inversión extranjera directa.
El peso mexicano se encuentra en una luna de miel, al igual que lo hace la 4T con el pueblo mexicano, sin embargo, lo mejor está por venir. Es probable que en agosto próximo la CONEVAL dé a conocer cifras alentadoras de reducción de la pobreza en el país, reflejando ahí el éxito de la política de Bienestar del nuevo régimen.
Para bien de los mexicanos, pero para ardor de la oposición, el país se enfila a una nueva era de bonanza, apenas dibujada por el super peso mexicano.
*Roberto Pantoja Arzola es titular de la Delegación de la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México en el estado de Michoacán de Ocampo desde el 2018.
*Del 2015 al 2018 se desempeñó como presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Michoacán.
*Abogado, egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y Maestro en Docencia e Investigación por la Universidad Santander.