- Intensificará la vacunación y vigilancia epidemiológica en los lugares de mayor afluencia turística durante las vacaciones de Semana Santa, tras la alerta emitida por la Ssa por los tres casos de sarampión detectados en la Ciudad de México.
- En México no se tiene registro de casos autóctonos de sarampión desde 1996, y la entidad tiene más de una década libre de este padecimiento.
Para ello la institución instalará un cerco sanitario en los municipios con mayor concentración de gente para realizar una búsqueda intencionada de casos de sarampión y en caso de detectar alguno actuar de manera oportuna.
Ante esta situación la SSM exhorta a toda la población michoacana, principalmente a las madres de familia que tengan hijos e hijas de 1 a 7 años de edad, a revisar que sus esquemas de vacunación estén completos y en caso de no ser así acudan a aplicar el biológico contra el sarampión al sector salud que le corresponda (SSM, IMSS o ISSSTE).
El esquema para la vacuna triple viral (SRP) que protege contra sarampión, rubeola y parotiditis se aplica a las y los niños en dos dosis, la primera a los 12 meses de edad y el refuerzo a los 6 años, a fin de protegerlos contra este padecimiento.
Cabe destacar que los tres casos confirmados, de acuerdo a la OPS, son clasificados como asociados a importación, cuya enfermedad fue contagiada por una persona infectada que vino de fuera del país (aún no identificada), lo que es sustentado por la ausencia total de circulación del virus de sarampión en los últimos dos años en el país.
En México no se tiene registro de casos autóctonos de sarampión desde 1996 y en Michoacán se tiene más de una década libre de este padecimiento.
El sarampión es una enfermedad viral que puede prevenirse a través de la vacunación.
El grupo más susceptible de adquirirlo es la población infantil y las mujeres embarazadas que no se han vacunado.
Los síntomas del sarampión cambian conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que dura entre 4 y 7 días y se presenta después de 10 o 12 días de estar en contacto con el virus. Durante la fase inicial del sarampión puede haber congestión nasal, tos, ojos rojos con secreciones y manchas blancas en la parte interior de las mejillas.
Posteriormente se produce exantema, es decir, una erupción rojiza en la piel que dura de 5 a 6 días e inicia en la cara y parte superior del cuello, se extiende hasta cubrir el cuerpo en un periodo aproximado de 3 días y luego desaparece.
El sarampión puede tener complicaciones graves, incluso ser mortal. Algunas de las complicaciones son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído y respiratorias, por ello, la importancia de la vacunación.
Es importante mencionar que una persona infectada con sarampión, trasmite el virus a través de las secreciones de la nariz y la faringe. Cuando tose o estornuda, las gotitas de saliva que expulsa pueden transmitir el virus y causar la enfermedad.
No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. Sin embargo, para evitar complicaciones graves la atención incluye una nutrición adecuada, la ingesta de líquidos, el tratamiento de los cuadros de deshidratación, la prescripción de antibióticos en caso de ser necesaria (por infecciones de ojos, oídos o neumonía) y la suplementación de vitamina A. Este último, con un comprobado efecto para reducir la mortalidad.