CuartoPoder / Roberto Pantoja Arzola
Ha concluido el Foro Económico Mundial que año con año congrega a magnates, representantes gubernamentales y líderes de los principales organismos internacionales en materia económica.
Ideado por Klaus Schwab, este exclusivo encuentro ha sido criticado por el costo público que implica para el país anfitrión, Suiza; pero también ha acumulado en sus últimas ediciones una serie de informes que dan cuenta de la desigualdad que vive el mundo, justo mientras que los archimillonarios de la tierra discuten sobre el futuro de la misma.
Esta edición de 2023 no estuvo exenta de esas coincidencias vergonzosas para una economía que a nivel global tiene la capacidad para evitar el hambre y la muerte de millones, y que sin embargo les condena a ese destino. Y es que el mismo día en que daban inicio los trabajos en Davos, la organización internacional OXFAM daba a conocer un estremecedor informe sobre la desigualdad global denominado “La ley del más rico”.
En este documento, OXFAM revela que “con la pandemia y la crisis del coste de la vida, el 1 por ciento de la población más rica del mundo acaparó 26 billones de dólares (el 63 por ciento de la nueva riqueza generada), mientras que tan solo 16 billones de dólares (el 37 por ciento) llegaban al resto de la población mundial”.
Este organismo no ha sido el único que ha podido documentar la aceleración de la desigualdad que se experimentó a nivel global durante la crisis sanitaria. El Banco Mundial ha estimado que la pandemia empujó a 70 millones de personas a la pobreza extrema en 2020, lo que representa el mayor aumento en un año desde que comenzó el seguimiento de estas cifras en 1990.
OXFAM fustiga además a los gobiernos en los que la restricción al crecimiento del salario mínimo ha impedido que los trabajadores tengan un ingreso que crezca al menos al ritmo de la inflación, situación que vulnera el poder adquisitivo de al menos 1 700 millones de trabajadores en el mundo. Mientras esto ocurre, los propietarios de los grandes consorcios dedicados a los sectores de la energía y los alimentos, veían la emergencia de ingresos extraordinarios por el orden de los 306 mil millones de dólares a nivel global.
Una medida que sugiere el informe es la de ir tras de la tributación de los llamados ultrarricos del mundo, situación que además impulsaría a la innovación y estimularía la movilidad social. Se sugiere entonces que “un impuesto al patrimonio con escala progresiva de hasta el 5 % a las fortunas multimillonarias y milmillonarias generaría 1,7 billones de dólares de ingresos anualmente. Con este importe podría lograrse que 2000 millones de personas salieran de la pobreza”.
Esta medida propuesta por OXFAM no parece tan distante de lo que ha logrado el gobierno de la Cuarta Transformación yendo al menos tras la evasión de los grandes contribuyentes en el país, estrategia que ha representado 86 por ciento más de lo recaudado en el sexenio anterior, recursos que sirven para financiar programas sociales y obras públicas tendientes a abatir desequilibrios regionales.
Roberto Pantoja Arzola es titular de la Delegación de la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México en el estado de Michoacán de Ocampo desde el 2018.
Del 2015 al 2018 se desempeñó como presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Michoacán.
Abogado, egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y Maestro en Docencia e Investigación por la Universidad Santander.