CuartoPoder / Redacción
Morelia, Mich.- Tanto el Partido del Trabajo (PT) como el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se negaron a entregar la lista con los nombres de sus candidatas y candidatos a puestos de elección popular para que fueran investigados, como lo hicieron los demás partidos políticos en la contienda. Esta negativa fue reiterada el pasado 10 de mayo por la representante del PT ante el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), Marcela Casillas.
En la Mesa de Gobernabilidad, conformada por el gobierno del estado de Michoacán, dependencias federales de seguridad, órganos electorales local y federal, Tribunal Electoral y representantes de partidos políticos, se asumió el compromiso de permitir que instancias de seguridad e inteligencia, estatales y del gobierno de la república, revisaran las listas de las candidatas y candidatos para evitar cualquier infiltración de grupos del crimen organizado, situación a la que se negaron los partidos referidos.
Uno de los objetivos de la Mesa de Gobernabilidad, es servir como mecanismo de diálogo entre los actores del proceso electoral, para evitar cualquier tipo de contingencia y garantizar una jornada equitativa a partidos y candidatos, y segura para los ciudadanos. Como prioridad está evitar la intromisión de grupos criminales que, a través de interpósita persona, pretendan tomar el control de municipios o regiones en cargos de elección popular.
Uno de los partidos más cuestionados en el seno de la Mesa de Gobernabilidad es el Partido del Trabajo, por la postulación de varias mujeres y hombres que, a pesar de cumplir con los requisitos para ostentar una candidatura, generan serias dudas a las autoridades estatales y federales por sus nexos familiares, de negocios o laborales. No está claro su origen ni objetivos.
Al mediodía de este jueves 17 de mayo en pleno centro de Álvaro Obregón, un comando de personas fuertemente armadas “levantó” a la candidata del PT a la presidencia municipal, María de Lourdes Torres Díaz. Información de organismos de seguridad federales ligan a Torres Díaz con un grupo del crimen organizado local cuya influencia se encuentra en la tierra caliente y el municipio de Uruapan.
