CuartoPoder / Verónica Torres Medrano
Morelia, Mich.-¿Qué vamos a hacer?, fue el cuestionamiento del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, ante la saturación de los servicios hospitalarios en la entidad y la falta de recursos tanto materiales y de recursos en la pandemia de COVID-19, inclusive de personal médicos que hoy está cansado, otros tantos que ya no quieren atender a los pacientes y la falta de especialistas para la atención.
Morelia, Tacámbaro, La Piedad, Apatzingán, Uruapan son algunos de los municipios que se encuentran al 100 por ciento de su capacidad; no así Lázaro Cárdenas, dijo, al precisar que aquí está “más o menos” y con el riesgo de colapsar en un futuro cercano.
La reconversión de hospitales ya se dio, indicó, y la ampliación de camas ya se ha concretado y hoy se encuentran ocupadas ante la alza de casos que se tienen de coronavirus; las 34 camas que se ampliaron en el Hospital General “Dr. Miguel Silva”, “prácticamente están ocupadas”.
Entre julio y agosto, señaló, hay una mínima esperanza para que disminuyan los casos, pero hoy, puntualizó, “es preocupante” el recibir pacientes con COVID-19 en los hospitales que cuentan con espacios.
Por lo que todos los sectores y la población en general deben fortalecer las medidas de protección para reducir el riesgo de contagio, más porque febrero será un mes fundamental para que la incidencia de contagio y fallecimientos disminuya, pero que un posible control y baja se daría entre julio-agosto.
Recordó que este jueves sesionará el Comité Estatal de Seguridad en Salud, espacio en el que se determinarán las nuevas medidas que se implementarán a partir del 1 de febrero próximo, incluyendo si hay posibilidad financiera para ampliar el programa de apoyo alimentario a los sectores vulnerables.
En este punto, Aureoles Conejo comentó que en diciembre pasado se acabó el presupuesto que se destinó al tema, por lo que comentó que se tiene que analizar si se cuenta o no con el dinero para dar continuidad con el apoyo.