CuartoPoder Michoacán

En el IMSS, no saben qué hacer con los enfermos / Juan José Rosales Gallegos

Por Juan José Rosales Gallegos

La siguiente, es la narración de la madre de una niña de 12 años, probablemente contagiada de Covid-19.

Es la experiencia de una mujer que buscó atención para su hija en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelia, Michoacán. Lo que pasó, ocurre todos los días a miles de mexicanos que se encuentran desesperados y abandonados.

A través de varios mensajes de voz, esto fue lo que la señora me confió:
Llegué a Charo (Hospital General Regional 1 del IMSS) y me dijeron que no podían recibir a mi hija porque presentaba síntomas de Covid, en pediatría no la iban a recibir. Me enviaron a la clínica de Camelinas (Hospital General de Zona 83), dónde se encuentra el área Covid. Había una fila de 14 personas, aproximadamente; llovía y todos nos mojamos pues no había dónde cubrirse.
En el lugar nos entregaron unas hojas, era un cuestionario que nos dieron en urgencias. Luego de llenarlo nos pasaron para checarnos los signos, temperatura y otras cosas. Cuando salimos, la fila no se había movido, todo seguía igual.

Hasta las 3 de la tarde apareció un médico, nos dice que solo se repartirán 20 fichas tomando en consideración el orden en que llegamos. Para entonces, atrás de nosotras ya había más de 15 personas, y eso que varios se fueron, se desesperaron porque la fila no avanzaba.

Platicando con un señor, me dijo que había llegado desde las 8 de la mañana, hizo el cuestionario, lo checó el doctor y fue considerado como candidato para que le hicieran la prueba. Le dieron un papel para que lo llevara al laboratorio a las 4:30 de la tarde, y con eso se la hicieran.

Después de tantas horas ahí paradas y sin comer, a mi hija le dio un dolor de cabeza muy fuerte. Tuve que ir a casa para darle paracetamol. No sabían dónde atender a mi niña de 12 años. En pediatría no lo hicieron, por sus síntomas, y en Camelinas nos formaron en una fila, solo para saber si era candidata para la prueba.

Esperando, igual que nosotras, había personas de la tercera edad que llegaban muy cansadas; delante de mi una chica estaba muy mal y se retiró porque no aguantó más tiempo. Si alguna persona quiere ir a hacerse ese estudio en el IMSS que llegue con tiempo y desayunado. Es lo único que les puedo recomendar.

Así, el trato a los que buscan atención en el Instituto Mexicano del Seguro Social.