CuartoPoder Michoacán

#ElMethodo de las encuestas

CuartoPoder / Helena Cintora

Morelia, Mich.-Las encuestas electorales para medir el crecimiento o posicionamiento de los actores políticos, se ponen de moda mientras más se acerca el momento de elegir a los posibles candidatos para una contienda. Son herramientas de investigación que tienen la finalidad de recolectar datos, pero se usan como propaganda electoral, situación que no sólo demerita la credibilidad de éstas, si no que bombardea a los votantes con el fin de influir en su preferencia.

La seriedad, ética y credibilidad de algunas casas encuestadoras está en entredicho cuando se prestan a poder económico y político un ejercicio científico. Además quien la paga muestra su interés por salir «arriba» y muchas veces si esto no ocurre, demeritan los resultados obtenidos, mientras que otros las encargan «a modo», con el fin de crear una imagen fuerte (inexistente) para presionar las decisiones que se toman en las mesas.

Se debe saber leer una encuesta cuando tiene el fin correcto y no el de querer «asustar» a los posibles contrincantes, todas las variables metodológicas que se deben tomar en cuenta, desde la elaboración hasta el resultado, son una herramienta útil para tener la fotografía de un momento, el cual es sumamente cambiante al tratarse de puntos de vista, opiniones y empatía por algún personaje, que pueden modificarse en los ciudadanos de un día a otro, por lo cual es importante repetirlas en tiempo.

Lo que se busca cuando tenemos los resultados en las manos, es contar con un pronóstico que debe utilizarse de manera ética y responsable, todo lo contrario a lo que vemos hoy en los medios de comunicación y redes sociales, donde estamos saturados de #Encuestitis, donde el primer interesado en viralizarla es el puntero de la medición realizada.

Incluso, se ha llegado al lamentable escenario de levantarlas en las redes sociales, lo cual es un ejercicio válido para quien las propone, pero en ellas no se toman en cuenta un sin fin de variables como el target, se tiene un limitadísimo número de seguidores, con características sociales y demográficas que no son del interés, y aun más sin tomarse en cuenta variables muy importantes como las características del sistema electoral. A pesar de estas carencias, algunos en su afán de ganar y aparecer, se regodean y gritan de emoción porque ganaron la encuesta online de 20 usuarios participantes.

Los cuestionarios pueden ser bien realizados de dos formas, vía telefónica que arrojan un gran acumulado de respuestas continuas logrando un panorama general de la percepción pública, o las que son cara a cara, siendo un poco más fiables por la interacción, aunque de menor rapidez para su análisis.

Si bien son parte de la formación de la opinión ciudadana, y la publicación mediática de estas es un acto de libre expresión, deberían evitarse caer en protagonismos y dejar de ser utilizadas para que los políticos aparezcan en el tablero, se «suban» como posibles candidatos o querer «bajar» a un contrincante.