Por Patricia Padrón
Después de que empezó abajo en las encuestas, hoy, el zitacuarense Carlos Herrera es puntero en la preferencia electoral de la ciudadanía de cara a las votaciones que se celebrarán este próximo domingo 6 de junio donde se definirá el rumbo que tomará Michoacán, de acuerdo a las encuestas más acreditadas por su rigurosa metodología.
Al empresario se le debe de reconocer su capacidad de unión y sinergia positiva, no solo entre el PAN, PRI y PRD, sino entre la población que, de acuerdo a una serie de encuestas, lo colocan como el favorito para ocupar por seis años el Solio de Ocampo.
Herrera Tello dio muestra en la entidad de que el ponerse de acuerdo, el trabajo duro y en equipo, con un plan de gobierno bien estructurado y propuestas viables, es como se proyecta un verdadero gobierno, más allá de la velada (y volada) amenaza morenista de que, si el voto no les favorece, Michoacán tendrá cero presupuesto.
Porque hay que decirlo, la desesperación del partido del presidente se ha vuelto evidente en los últimos días, y el desánimo también, basta ver las fotos de sus principales líderes y actores en el cierre de campaña de Alfredo Ramírez Bedolla, que, por cierto, estuvo más que desangelado y un ambiente de derrota cantada.
Si a eso le sumamos que con el derrumbe en la Autopista Siglo XXI se destapó la corrupción que vincula a Leonel Godoy con Obedrecht en la Presa J. Múgica y con esto el enojo de la sociedad, pero sobretodo el sector productivo y comercial de la entidad, este derrumbe vino a sepultar las expectativas de Morena en el estado.
Pero a final del día, las elecciones se ganan con votos así que el poder está en la mano de cada uno, o dejamos de votar al cabo que “todos son iguales”, o salimos a las urnas a dar una muestra de civilidad decidiendo el destino de nuestros hijos y nuestras familias. Al menos yo, no quiero que los secuestren y maten por no pagar derecho de piso por trabajar algún puesto de tacos.
