CuartoPoder / Marco Antonio Duarte
Michoacán.-Autoridades federales y estatales decomisaron en la Tierra Caliente de Michoacán una tercera “narcofábrica” de explosivos, utilizados por sicarios como cargas explosivas para drones, minas terrestres o morteros.
Información de la Guardia Civil (Policía Estatal), precisa que la fábrica funcionaba en una bodega ubicada en el poblado de Cenobio Moreno, en el municipio de Apatzingán, donde el sábado estalló otra “narcofábrica” dejando un saldo de siete presuntos sicarios muertos.
En el lugar, agentes del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional y Guardia Civil, decomisaron cientos de municiones y precursores explosivos que, al parecer, son propiedad del Cártel de Los Blancos de Troya, aliado del Cártel de Los Viagras.
Los explosivos serán desactivados por un equipo especializado de la 43 Zona Militar, con sede en Apatzingán, para evitar accidentes como el registrado el pasado viernes, cuando siete soldados resultaron heridos -dos de gravedad- al manipular artefactos decomisados en la segunda “narcofábrica” que fue descubierta el 28 de agosto en el poblado de Eréndira, en el municipio de Buenavista.
Este domingo se cumplen siete días continuos de enfrentamientos entre dos grupos de cárteles del narcotráfico, que se disputan el control de actividades ilícitas en los municipios de Buenavista, Apatzingán y Tepalcatepec, en la Tierra Caliente michoacana.
Uno de los grupos está conformado por la alianza criminal de Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras que el otro por el Cártel de Tepalcatepec y el Cártel de Los Caballeros Templarios.
La ola de violencia de estos grupos criminales también provocó que el jueves 29 de agosto, Ángel Ríos Hernández, comisario de la Guardia Civil resultara herido con cuatro agentes que fungían como sus escoltas, al explotar de una mina terrestre en el poblado de Punta de Agua, en Buenavista. Los policías también fueron atacados a balazos por gatilleros.
Ese mismo día, tres presuntos sicarios del CJNG fueron abatidos por soldados y policías en el pueblo denominado como Pancha López, en el municipio de Tepalcatepec, donde varios sicarios huyeron y abandonaron un rifle anti blindaje calibre .50 (barret), así como cuatro fusiles de asalto de los tipos AK-47 y AR-15.