Por Martha Elba Torres Martínez
Aclaro que no soy mujerista, como diría mi gran maestra y amiga Sara Lovera. A las mujeres no se les puede defender por igual y en general, porque unas son víctimas –la mayoría- y hay victimarias –montones-.
“La maestra” Fabiola Alanís Sámano, lamentablemente, terminó como éstas últimas. No, por el hecho de saltar del barco que ya ve hundido –todas y todos podemos cambiar de opinión en cualquier momento, sino la forma tan ruin con que le pagó a Silvano Aureoles y al PRD tantas concesiones y favores y lo más gacho: que haya salido por la puerta de atrás.
Todavía la noche del martes 29, participaba en decisiones de gobierno. El miércoles 30, despertó con el llamado mesiánico y renunció formalmente a la titularidad de Seimujer “por congruencia política de izquierda”. No me sorprendió. Fabiola ya daba síntomas que cambiaría nuevamente de chaqueta entre la amarilla y la guinda, como lo había hecho en 2013, 2014, en 2015 y ahora otra vez.
Reiteró que no es cuestionable irse a la cargada pejecista. Montonal lo han hecho y habrá más. Es la forma como victimó la confianza y el apoyo que siempre le brindó Silvano Aureoles, al haber usado el cargo –la Seimujer- para beneficio propio y de su amplísima familia sanguínea y política.
De acuerdo al portal codigo.michoacan.gob.mx, metió a trabajar al DIF a su hermana Selene; a Morelia en la Secretaría de Educación; al hermano Paris, primero en el Instituto de la Juventud como asesor “C” con un sueldazo de 36 mil pesos libres de polvo y paja, por no hacer nada. Bueno sí, golpear a la esposa y haberlo solapado la propia Fabiola. A su cuñado René Sosa, lo tiene en Icatmi y a un hijastro en la propia Secretaría.
Pero no solo es tráfico de influencias, sino malos manejos de los recursos de la dependencia, por los que debe rendir cuentas, aunque ya no este.
A lo que voy, es el que caso de Fabiola y su grandiosa “honestidad valiente”, así como en su momento y estilo lo hizo Miriam Tinoco al salir de la Sedesol, son los campanazos que no ha querido escuchar Silvano para darle una buena exprimida a su gabinete legal y ampliado. Tiene muchos traidores enquistados, no en términos de una postura política, sino de visión de un proyecto de gobierno. Porque servirse en lugar de servir, es la mayor desleal y Aureoles ya no lo puede tolerar…
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Daniela de los Santos, la candidata del PRI a la alcaldía de Morelia, es una víctima por su condición de mujer en la contienda.
Tiene razón Lovera que hoy está más visibilizada la violencia política por razones de género, porque es la primera vez que compiten por cargos más del 50 por ciento mujeres.
Candidatas han sido asesinadas en varios estados, en el grado superlativo de violencia. Pero también se da, como en el caso de Daniela, en redes sociales en la forma más infame y misógina de denigrar a la mujer.
Lo que me sorprende, es que a pesar de que partidos y medios reconocen este tipo de violencia política, solo la priísta haya dado el paso al denunciar penalmente para que sean investigados y bloqueados perfiles falsos, que supongo, son promovidos y pagados por alguno de sus adversarios.
Reconozco el respaldo que su partido ha dado a la ex diputada local y federal, lamento que solo al PRI le interese sentar el precedente desde estos procesos electorales, para desterrar esta práctica tan cobarde y vil de hombres que les da miedo competir con mujeres y que hasta ahora el INE y el IEM se acuerden que hay protocolos en la materia.
Hasta ayer, personal del INE se apersonó en esta capital para difundir la Guía de Denuncia de Violencia Política Contra las Mujeres, que no es otra cosa más que aquellas acciones y omisiones, incluida la tolerancia –que en los hechos vemos que se da en gran volumen- y que basadas en elementos de género y dadas en el marco del ejercicio de derechos político-electorales –ser votadas-, tengan por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce y/o ejercicio de los derechos políticos de las mujeres o de las prerrogativas inherentes a un cargo público.
En el caso de Michoacán, la violencia política esta tipificada en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pero no es sancionadora y ahí está el detalle: ¿de qué sirve denunciar si no se va a castigar el delito?
¿A qué puede aspirar de los Santos Torres? Dio un gran paso: levantar la voz. Lo menos: que la Fiscalía Especializada en Delitos Cibernéticos investigue los perfiles falsos desde donde se difama a la candidata, que por cierto están pautados como publicidad y actúe en consecuencia.
A Daniela la denigran con Alfredo Castillo, quien fue el comisionado presidencial en Michoacán durante 2014 para el exterminio de los capos templarios.
Muchos diputados locales de la 72 Legislatura, particularmente los priístas, brindaron apoyo al representante de Peña Nieto. Así se los pidieron desde Gobernación y ni modo de negarse. Los metían al bote aun con fuero. ¿Por qué auxiliaron? Por la sencilla razón de que el Presidente no confiaba en el entonces gobernador Fausto Vallejo Figueroa, otra vez este 2018, candidato a alcalde de Morelia por el Partido Encuentro Social.
Otro gran colaborador de Castillo Cervantes fue nada menos que Alfonso Martínez Alcázar, quien era el presidente de la Mesa Directiva del Congreso y panista. Hoy como edil independiente, quiere permanecer en el cargo otros tres años para agrandar su ya inmensa fortuna.
La lectura es clara: es más fácil por costumbrismo decirle puta a una política, que putos a los políticos…
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El pasado martes 29 de mayo, tuve la oportunidad de asistir al debate entre la y los candidatos por esta capital, organizado por la Coparmex, un ejercicio que se está replicando en todas las capitales del país como una iniciativa de empresarios que en pleno uso de sus derechos políticos, buscan promover el “voto informado”.
Me gustó. No solo por el formato, sino por toda la producción que implicó. El único pero: la dificultad de comunicar tanto de los especialistas como de ciudadanos en las preguntas, lo que desde luego no es atribuible a la organización.
El caso, que en el breve segmento de comentarios en el postdebate, la conductora nos preguntó a los tres que participamos –Víctor Americano, Jaime López y quien esto escribe- ¿quién fue el ganador? Coincidimos que ninguno.
A la pregunta –que no nos formuló- ¿quién fue el perdedor?, habría respondido de volada: el presidente municipal que quiere repetir. Y no, porque abriera su participación, avisando que esperaba ser víctima de una guerra sucia, sino de su incapacidad por imposibilidad de rendir cuentas de los más de seis mil millones de pesos que ha ejercido como “independiente” y los cerca de siete mil que se estiman para el próximo trienio.
Dos horas de debate y a nadie se le ocurrió preguntarle a Martínez Alcázar sobre la obra emblemática de su primer trienio. Bueno, de hecho no la hay. Eso sí, hablemos de escándalos de corrupción y el listado es grande.
Quiso hacer negocio con las fotomultas y se le peló; quiere privatizar el agua potable y alcantarillado, así como el alumbrado público, y a no ser por los diputados panistas que tomaron la tribuna del Congreso para impedir la aprobación de créditos por más de mil millones de pesos para sus privatizaciones, habría endeudado a Morelia a morir.
Pero sí que al alcalde “independiente” en busca de la reelección, le dieron su postdebate.
Él mismo lo provocó al reprochar precisamente al diputado panista con licencia, Carlos Quintana, quien compite por el Frente, que se estén perdiendo 230 mdp de recursos federales para recontratar a la empresa que mal opera la planta tratadora de aguas de Atapaneo.
La respuesta de Quintana Martínez le dio un latigazo en la cara: salió a la luz el famoso piso 12 de la conocida Torre Financiera, a donde empresario moreliano que quiera un contrato, tiene que pasar a pagar su “moche” con el 10, 20 y hasta 30 por ciento, según el monto asignado y que lo opera Antonio Plaza, secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental del ayuntamiento, por ahora con permiso laboral.
En la liga https://www.facebook.com/152203652092328/videos/194212267891466/UzpfSTMyNzEyOTkxNDQwMDQ4Mzo0NTE0MjM4MzUzMDQ0MjM/ se puede escuchar la revelación del empresario al que le adjudicaron la compra de las bancas para el Parque Lineal Río Chiquito, que tuvieron un costo de 10 mil pesos, pero le ordenó Plaza Urbina que las tasara en 53 mil pesos. Obvio que está amenazado de muerte, en tanto las dependencias fiscalizadoras ya intervinieron y se han presentado denuncias penales correspondientes.
Entonces ya entendemos porqué Alfonso Martínez se dio el lujo de devolver el financiamiento público que le dio el IEM para su campaña.
De cuartel de guerra oficial tiene un inmueble, que ni las casas de campañas, juntas, de Toño García y Alma Mireya González, Cristóbal Arias y Blanca Piña y Gerardo Herrera y Marx Aguirre. A Poncho lo vemos en combis, micros, espectaculares, bardas, volantes y el montonal de entrevistas de radio y televisión, así como en medios impresos. Gasta lana a lo cañón y el IEM nada más apaga la luz para no ver.
En el otro extremo, César Santoyo, el candidato del PANAL, que solo lo podemos ver en los debates. No trae un quinto en la bolsa y nadie que siquiera lo apoye con la difusión de boletines sobre sus actividades.
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LA COMIDILLA
Las visitas de López Obrador, el lunes 28 a Zitácuaro y ayer 31 de mayo, a Puruándiro. La neta del planeta, no fue lo que se puede esperar de un candidato presidencial que, según Reforma, ya rebasó 50 por ciento de las preferencias. Tuvieron que truquear fotos aéreas para llenar la primera plaza, como evidenció la agencia altorre.com y en la parada de ayer, imágenes cerradas por la pobre respuesta de simpatizantes. Eso sí, le abuchearon a Blanquita Piña, cuando pidió el voto parejo. Aseguró que no fue dedazo la candidatura para la maestra, sino producto de una encuesta; que esas son las reglas y se aguantan… (a)