CuartoPoder / Antonio García García
Morelia, Mich.- Michoacán es el segundo lugar nacional en homicidio de padres y párrocos, siendo así el primero el estado de Guerrero y el segundo la Ciudad de México.
Ello lo indicó la presidenta de la Asociación Pontificia de la Iglesia Necesitada, Julieta Appendini, quien acotó que en un estudio realizado desde el asesinato del Cardenal Posadas Ocampo, se han detectado 15 homicidios durante el sexenio del presidente Calderón y 21 en lo que lleva la presidencia de Peña Nieto.
Señaló que en todos los casos se ha encontrado que los religiosos eran defensores de los derechos humanos y que siempre las autoridades buscaron criminalizar a los fenecidos.
De este modo, fue como ayer se llevó a cabo la Noche de los Testigo en la Catedral de Morelia, donde se realizó una noche de oración y vigilia, acompañada de testimonio de persecución de católicos de todo el mundo; “hace 19 años se hace esta evento y es la primera vez en México”, dijo.
En este sentido, el obispo de Alepo, Siria, Antoine Audo, señaló que la guerra ha destruido la paz de este país, pero acotó que pese a la muerte y la devastación la Iglesia Católica no se irá porque debe ayudar a quien lo necesita.
La misionera de Sierra Leona, María de la Luz, comentó que pese a que hay una población católica menor al 5 por ciento, la Iglesia y los misioneros ayudaron durante los 10 años que duró la guerra civil y los 2 años que sufrió una epidemia de ébola; “mataron y torturaron a misioneras, a sacerdotes y hasta al arzobispo, pero nos quedamos a dar esperanza a la población”, remarcó.
Finalmente, la señora mexicana María Herrera, comentó que 4 de sus 8 hijos están desaparecidos. Señaló que las autoridades de seguridad siempre participaron en estas desapariciones y señaló que el verdadero crimen organizado, es el crimen gubernamental.
Finalmente, refirió que pide a toda la sociedad que se une a los familiares de desaparecidos para buscar y encontrar a éstos, pues reiteró que las autoridades nada hacen por estas víctimas y sólo las acusan de ser criminales.