CuartoPoder / Pedro Antonio Aguilar
Un juez de control determinó este lunes liberar a Agustín Cohenete, el último de diez indígenas detenidos en la intervención policial del cinco de abril en Arantepacua, municipio de Nahuatzen.
La defensa del indígena logró demostrar que Policía Michoacán y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) le “fabricaron” pruebas para acusarlo con los otros nueve indígenas de los delitos de portación de armas de fuego e intento de homicidio, en grado de tentativa.
Sin embargo, el indígena fue vinculado a proceso penal por el delito de bloqueo a las vías de comunicación, pero gozará de su libertad bajo medidas cautelares.
Durante la audiencia, el juez de control determinó que los peritajes hechos a 10 armas de fuego largas y cortas no tienen ninguna huella dactilar de Agustín Cohenete, por lo que se comprobó que éstas le fueron “sembradas” a él y a sus nueve compañeros por la Policía Michoacán y la PGJ.
En la audiencia, la defensa también dejó en claro que la PGJ negó en un primer momento al indígena su derecho al acceso a una defensoría pública.
La PGJ intentó acreditar el delito de homicidio calificado en grado de tentativa, contra los 10 indígenas, utilizando una bitácora que hacía referencia a un bloqueo carretero por parte de normalistas y no a un enfrentamiento a balazos derivado de la intervención policial en Arantepacua, donde 4 indígenas fueron asesinados y siete policías resultaron heridas de bala. Uno de los agentes murió ayer domingo.