CuartoPoder / Pedro Antonio Aguilar
Morelia, Mich.-El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que se proclamó ganador de la elección a gobernador del estado acompañado por el Partido del Trabajo (PT), tiene una magra presencia en los espacios de la administración en todos los niveles. Las alianzas políticas y los evidentes acuerdos de complicidad permitieron a muchos “silvanistas”, perredistas y priistas apropiarse de cargos que, en teoría, deberían ser ocupados por cuadros de la llamada cuarta transformación.
El actual secretario de Salud, Elías Ibarra, ostentó la misma cartera en la administración de Aureoles de 2017 a 2018, misma que abandonó por la aventura electoral de lograr la candidatura por la diputación federal en el Distrito 03 con cabecera en Zitácuaro. Al no ser tomado en cuenta por el PRD, se integró a la candidatura de Alfredo Ramírez. Oscar Celis, se desempeñó como director del Centro de Convenciones y Exposiciones de Morelia (CECONEXPO) hasta que pudo cobrar su último cheque como parte del equipo del anterior gobierno. Se cumplió la expectativa que se tenía de la traición de Celis, muy rápido borró su pasado escrito con tinta negra y amarilla para colocarse el chaleco guinda e integrarse como Coordinador de Atención Ciudadana.
Gladys Butanda Macías, amiga personal de Alfredo Ramírez, el día de hoy se desempeña como secretaria de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial. Antes, fue directora de Desarrollo Territorial y Metropolitano; también, jefa del Departamento de Atención a la Costa Michoacana en la secretaría de Turismo. Gabriela Molina, que en varias ocasiones mostró su convicción y lealtad al proyecto silvanista, fue titular del Sistema Michoacano de Radio y Televisión, subsecretaria de Desarrollo Social y ahora, la secretaria de Cultura, gracias a su relación personal con el actual gobernador.
Dos personajes más, cuya rapidez para cambiar de colores les permitió apoderarse de espacios que correspondía a la base morenista son, Cesar Ocegueda y Claudio Méndez. Ocegueda se desempeño como subsecretario de Enlace Legislativo cuando Carlos Herrera era el secretario de gobierno. De Claudio Méndez se dice que, en una reunión de gabinete frente al gobernador Silvano Aureoles, ponderó su lealtad y pertenencia al proyecto para, horas después, incorporarse a la campaña de Alfredo Ramírez.
El Movimiento de Regeneración Nacional tiene muy pocos espacios en el gobierno de Michoacán. Un claro ejemplo es lo ocurrido en la Secretaría de Desarrollo Económico. Primero, se mencionó el nombre de una mujer que ha demostrado no tener convicción alguna, pues ha transitado por varios partidos políticos buscando su beneficio personal: Mercedes Calderón, excandidata por Movimiento Ciudadano (MC) a la gubernatura. La perfidia que la acompaña le cerró las puertas con Alfredo Ramírez que optó por pagar un favor político y retribuir el patrocinio económico que recibió para su campaña de un famoso empresario sahuayense, entregando a su hijo la dependencia. Un priista de cuna, Alfredo Anaya Orozco, se incorporó a la administración.