Por Patricia Padrón
En el peor momento de la epidemia en Michoacán, se vive el repunte de contagios con la decisión del Gobierno del Estado de hacer lo necesario para salvar el mayor número de vidas que sea posible, pero en contra parte, los que buscan atención cuestionando cada medida a implementar para mitigar la propagación de COVID-19.
Y es que no falta el legislador o legisladora que por hacerse notar y nulo conocimiento epidemiológico hace declaraciones sin sustento y que lejos de abonar, genera desinformación en la sociedad.
Ya salieron hasta los que afirman se le ha dado un mal manejo a la emergencia sanitaria, cuestionando el porqué no se cierran las actividades y cuando se cierran, alegan la violación de los derechos, sin ni siquiera entender que el bien colectivo está por encima del derecho individual, y no lo digo yo, sino que está consagrado en la Constitución.
La muerte y dolor es corresponsabilidad social, es resultado de las decisiones que se toman de forma individual pero que afectan o benefician colectivamente.
La saturación de hospitales es una realidad, pero para quienes la ocasionaron es más fácil solo voltear hacia otra parte, deslindándose de sus fiestas y reuniones bajo el argumento falso de «nos cuidamos» y «con todas las medidas».
Vi a algún contacto en redes sociales que en vivo transmitió su fiesta por todo lo alto en un salón de eventos, un mes después, publicó que gracias a Dios habían salido del COVID-19, pero que aún no entendían ni sabían cómo se habían contagiado. El chiste se cuenta solo. Lo que no es gracioso es que ese nivel de inconsciencia, dejó sin duda una cadena de contagio activa.
Y pues con esto, no hay camas que alcancen, como bien mencionó el Gobernador Silvano Aureoles al anunciar la ampliación de capacidad para pacientes COVID-19 en el Hospital Civil de Morelia, en un esfuerzo extraordinario pero que no tendría porqué haber ocurrido si tuviéramos el mínimo respeto por la vida, propia o ajena.
El panorama exige que todos rememos hacia el mismo lado, porque es bien fácil responsabilizar al gobierno, cuando nosotros no hacemos nada por frenar esta epidemia, la claridad con la que el mandatario michoacano ha manejado la crisis sanitaria, no deja margen para decir que no sabíamos lo que iba a ocurrir. Lo supimos, pero seguimos sin entender.